Rompecabezas Incompleto

El mundo es un rompecabezas de piezas muy pequeñas. Cuando somos muy jovencitos, nos ayudan a armarlo, para solo dejarlo a mitad de camino con pedazos algo más grandes, partes inconexas de una imagen que nadie ha visto. Y seguimos armando con palabras ese mundo, intentando comprenderlo.

La vida y el mundo parecen dos cosas muy diferentes y muy parecidas. El mundo no es una gran esfera imperfecta ni la vida una llama espiritual. El mundo es una imagen y la vida un recorrido por ningún lugar, por donde llenamos esa imagen, la construimos poco a poco, hasta que el recorrido se acaba y lo construido desaparece. Todos quieren entender esa imagen, y aunque nadie sabe cómo terminarla, hace mucho que alguien se dio cuenta de qué está hecha. De palabras, de ideas, de muchos contenedores definidos, con contenido abstracto. Día a día las personas usan esos contenedores que llaman “palabras”, encuentran otros, los apilan, los desmontan, los crean y los llenan con lo que encuentran, armando así el mundo, su mundo, sin darse cuenta.

Nuestro mundo es un reflejo de la sociedad, y ella un reflejo de la realidad; una construcción inconsciente, una herramienta útil para todos a la vez que un barco donde estar a gusto en medio de aguas turbulentas.

Los humanos somos personas porque hablamos, nos comunicamos, porque cada uno construye su propio mundo, pero manteniendo éste a su vez conectado a los demás mundos. Nos relacionamos y nutrimos nuestros mundos mutuamente, regalando y recibiendo palabras. Es curioso cómo no vivimos en la imagen completa que nadie ve, sino en las imágenes parciales que armamos lentamente.

Pero en ese mar de sustancia abstracta hay sabores dulces y amargos, indescriptibles totalmente, en todo caso, que hemos querido e intentado encapsular en contenedores. Nadie ha podido, pero todos encuentran tanto fascinantes como aterradores esos sabores, de modo que el interior de muchos contenedores ha sido impregnado con la esencia de algunos sabores. Las palabras pueden aludir a una emoción directamente, pero nunca representarla en su totalidad; en su lugar, la alusión indirecta y el sabor de algunas palabras no relacionadas puede hacer recordar la emoción, experimentarla ligera o completamente, una vez más.

Nuestras palabras pueden dar luz a nuestro mundo, así como oscuridad, así como color. Muchos no se dan cuenta de que también pintan los rompecabezas de otros.

Nada de partículas elementales y materia, la unidad básica de este mundo inmaterial son las palabras. Nos crearon ellas a nosotros, y todo lo que eso significa.